EL CARÁCTER PROVIDENCIAL DEL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS

El Libro de los Espíritus constituye la recopilación de las enseñanzas de los Espíritus Superiores para la humanidad con el propósito de establecer los fundamentos de una Filosofía Racional que se eleva sobre las opiniones subjetivas y sistemas personales, derrumbando las ideas preconcebidas, producto de los juicios ligeros de aquellos que juzgan por juzgar.1

Todo el contenido de la obra representa la extensión de su pensamiento2; por ello es vital el estudio serio y continuo, para poder comprender su mensaje exígele del lector -atento y con sincero deseo de conocimiento- un alto nivel de concentración, para el desarrollo progresivo de la firme convicción y el desenvolvimiento de su capacidad de raciocinio y discernimiento.3

El maestro Allan Kardec es su codificador, denominado por aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo como el buen sentido encarnado4, tenía una extraordinaria capacidad de razonamiento. Discípulo del notable Johann Heinrich Pestalozzi, fue un hombre dotado de vastos conocimientos, una ética intachable y comprobada madurez del sentido moral5. Todos estos atributos le permitieron ver en el fenómeno de las mesas danzantes (que para entonces era considerado un acto de diversión, con fines pueriles), un hecho digno de observación que sometió al más riguroso análisis científico, comprobado por la experiencia, la existencia de los Espíritus y su interacción con el mundo corporal, presentando las consecuencias de dicha interacción entre ambos planos de la vida.

De esta forma, la Doctrina Espirita es una CIENCIA DE OBSERVACIÓN, que aplica el método experimental de las ciencias positivas con rigurosidad, partiendo de los hechos observados y remontándose a sus causas para luego llegar a las leyes que las rigen, todo con el fin de buscar aplicaciones útiles, basados en las consecuencias deducidas de todo lo analizado6    

El Maestro Allan Kardec fue un ser extraordinario y DIGNO de llevar a la humanidad LA VERDAD que debía revelarse con pureza, fidelidad, sin personalismos.7

Estudiando a fondo El Libro de los Espíritus, así como todas las obras que conforman la Codificación Espírita, podremos comprender la grandeza de su misión y su nivel de compromiso para llevar a cabo esta enorme tarea, de trascendencia INTELECTUAL y MORAL para el provenir de todos en nuestro planeta.8

 

  1. Kardec Allan (1857), Libro de los Espíritus: libro Primero, Prolegómenos: Inciso 6. (ed. CEA 2009).
  2. _____Ídem.
  3. Kardec Allan (1868), La Génesis, Los milagros y las predicciones según el espiritismo: Capítulo 1, Caracteres de la revelación espírita: inciso 62, párrafo final. (ed. CEA 2017).
  4. Kardec Allan (1890), Obras Póstumas, discurso pronunciado junto a la tumba de Allan Kardec por Camille Flammarion: inciso 13. (ed. CEA 2014).
  5. Kardec Allan (1864), El Evangelio según el Espiritismo. Capítulo 17, Sed Perfectos. Los buenos Espíritas, ítem 4, inciso 3. , (ed. CEA 2014).
  6. Kardec Allan (1868), La Génesis, Los milagros y las predicciones según el espiritismo: Capítulo 1, Caracteres de la revelación espírita: inciso 14. (ed. CEA 2017).

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