¿Qué es el Espiritismo?
El Espiritismo o Doctrina Espírita es una ciencia de observación y doctrina filosófica revelada por los Espíritus superiores. A nivel de ciencia práctica, aborda la naturaleza, el origen, destino, así como las relaciones de los Espíritus con el mundo corporal. Como filosofía, comprende las consecuencias morales derivadas de esas relaciones (Kardec, 1884). Ésta fue codificada por Allan Kardec a partir de la publicación del Libro de los Espíritus, el 18 de Abril de 1857 y posteriormente con los siguientes libros de la codificación Kardeciana:
- El libro de los Espíritus (1857)
- El libro de los Médiums (1861)
- El evangelio según el Espiritismo (1864)
- El cielo y el infierno (1865)
- La Génesis (1868)
De tal forma, la Doctrina Espírita propende por una revolución científico-filosófico-moral del paradigma Newtoniano-cartesiano (materialista, positivista, mecanicista y reduccionista) que desde el siglo XVI al XIX fue imperante en la ciencia y que aún rige la sociedad, a pesar de los descubrimientos de la Física Cuántica, abandonando al ser humano ante el sin sentido de la nada que propone (Grof, 1988;Kardec, 1884). Permitiendo con una perspectiva transpersonal e integral, el abordaje de las preguntas centrales: ¿Quién soy? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el objetivo de nuestra existencia? y ¿Cuál es la razón del dolor y el sufrimiento? (Kardec, 1857; Kardec 1884).
Elaborando, desde una fe racional inquebrantable que puede encarar al desarrollo científico en todas las épocas de la humanidad, enlazando ciencia y religión; los interrogantes existenciales espiritualistas que desde Sócrates y Platón y el cristianismo, como precursores del Espiritismo, han estado a lo largo de la humanidad. Por ende, el conocimiento sobre el Mundo Espiritual y la inmortalidad del alma y de la vida futura, no es nueva ni exclusiva del Espiritismo, ya existente en diferentes culturas, pero que la codificación sistematiza de manera clara para encauzar las necesidades de auto-iluminación personales, para la transformación moral del ser humano, en pro de una nueva era de regeneración y paz (Kardec, 1857; 1864).
Este conocimiento revelado por el cántico de las voces de lo alto, el Espíritu de verdad, conocido como el Consolador que prometió el Maestro Jesús, que se caracteriza por apelar al buen sentido. Invita, a partir de una metodología democratizadora del saber; desde el colectivo de Espíritus y diversidad de médiums y centros espíritas del planeta, como muestra de su unanimidad de pensamientos, al lector hábil a adentrarse en sus explicaciones psicológicas profundas sin dejar lugar a dudas del mensaje renovador de la buena nueva. Ahora, de manera práctica, presenta la clave para la interpretación del verdadero sentido de los pasajes del Evangelio que son incomprensibles e incluso irracionales, en un lenguaje al alcance de todos (Kardec, 1857; 1864).
Presentando las implicaciones trascendentes de la existencia humana, la comprensión de Dios y el Universo, así como las leyes naturales o divinas que nos rigen a todos los seres orgánicos e inorgánicos; incentivando el respeto de sus leyes. Englobando a todas ellas en torno a la Ley de Justicia, Amor y Caridad. Todo esto, convidando al educando con miras a la plenitud psicológica, al estudio y práctica de la caridad cristiana en su más simple expresión, emulando la figura sencilla de los hombres del camino, con una doctrina desprovista de cualquier tipo de jerarquía o rituales (Kardec, 1857; 1864).
En consecuencia, la Doctrina Espírita desarrolla, completa y explica las enseñanzas del Maestro Jesús, como el cristianismo redivivo, acentuando su pureza filosófica y moral que ha develado el consolador en el momento psicológico propicio en que la humanidad puede comprender sus enseñanzas psicológicas profundas, sin las alegorías que fueron necesarias según el estadío socio-histórico, psicológicamente rudimentario en el que se encontraban las criaturas (Kardec, 1857; 1864).
Así retomando sus palabras sabias: “El que tenga oídos, que oiga”*.
El Espiritismo dijo:
“No vengo a derogar la ley cristiana sino a cumplirla”
“El Espiritismo no es la religión del futuro, es el futuro de las religiones”.
Amplía la máxima “Fuera de la iglesia no hay salvación” por “Fuera de la caridad no hay salvación ”. *Mateo 13-11
Sus enseñanzas fundamentales:
- Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Es eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente y soberanamente justo y bueno.
- El Universo ha sido creado por Dios, abarca todos los seres racionales e irracionales, animados e inanimados, materiales e inmateriales.
- Más allá del mundo corporal, morada de los Espíritus encarnados, que son los hombres, existe el Mundo Espiritual o Mundo Espírita, morada de los Espíritus no encarnados.
- En el Universo existen otros mundos habitados por seres de diferentes grados evolutivos: algunos similares, otros más evolucionados y menos evolucionados que los seres humanos.
- Las Leyes de la Naturaleza son leyes divinas, puesto que Dios es su autor. Abarcan tanto las leyes físicas como las leyes morales y se encuentran inscritas en la conciencia.
- El ser humano es un Espíritu encarnado en un cuerpo material. El periespíritu es el cuerpo semimaterial que une el Espíritu al cuerpo material.
- Los Espíritus son los seres inteligentes de la creación. Constituyen el mundo de los Espíritus, que preexiste y sobrevive a todo.
- Los Espíritus son creados simples e ignorantes. Evolucionan, intelectual y moralmente, y pasan de un orden inferior a otro más elevado hasta alcanzar la perfección.
- Los Espíritus conservan su individualidad, antes, durante y después de cada encarnación.
- Los Espíritus reencarnan tantas veces como fueren necesarias para su propio perfeccionamiento.
- El objetivo de la reencarnación es la expiación, el mejoramiento progresivo de la humanidad.
- El objetivo de la encarnación de los Espíritus es alcanzar la perfección: para algunos es la expiación y para otros es una misión. Para alcanzar esa perfección deben sufrir todas las vicisitudes de la existencia corporal.
- Los Espíritus evolucionan siempre, en sus múltiples existencias corporales pueden estacionarse, pero nunca retroceden. La rapidez de su progreso intelectual y moral depende de los esfuerzos que hagan para llegar a la perfección.
- Los Espíritus pertenecen a diferentes órdenes, conforme con el grado de perfección que hayan alcanzado: Espíritus Puros, que han llegado a la máxima perfección; Espíritus Buenos, en los cuales predomina el deseo del bien; Espíritus Imperfectos, caracterizados por la ignorancia, el deseo del mal y las pasiones inferiores.
- Las relaciones de los Espíritus con los hombres son constantes y han existido siempre. Los Espíritus buenos nos inducen al bien, nos sustentan en las pruebas de la vida y nos ayudan a soportarlas con coraje y resignación. Los Imperfectos nos inducen al error.
- Jesús es el guía y modelo de la humanidad.
- La moral de cristo, contenida en el evangelio, constituye el derrotero para la evolución segura de todos los hombres; su práctica es la solución para todos los problemas humanos y el objetivo hacia el cual debe dirigirse la humanidad.
- El hombre tiene libre albedrío para obrar, y es responsable de las consecuencias de sus acciones.
- La vida futura reserva a los hombres penas y gozos compatibles con su proceder, siendo respetuoso o no con la Ley Divina.
- La oración es un acto de adoración a Dios. Está en la ley natural y es el resultado de un sentimiento innato en el hombre, tanto como es innata la idea de la existencia del Creador.
- La oración mejora al hombre. Aquel que ora con fervor y confianza se fortalece contra las malas inclinaciones, y Dios le envía a los buenos Espíritus para que lo asistan. Este es un auxilio que jamás se le rehúsa, cuando ha sido pedido con sinceridad.
Referencias bibliográficas
- Grof, S. (1988). Psicología Transpersonal. Nacimiento, Muerte y Transcendencia en Psicoterapia. Editorial Kairos.
- Kardec, A (1857). El libro de los Espíritus. Brasil: Edicea.
- Kardec, A (1864). El Evangelio según el Espiritismo. Brasil: Edicea.
- Kardec, A (1884). ¿Qué es el Espiritismo?