El Espiritismo y la resiliencia del planeta

El Espiritismo y la resiliencia del planeta

El Espiritismo y la Ecología, son ciencias sistémicas que defienden una nueva ética(deontología). Ambas están involucradas en una misma meta: el progreso del ser humano para una correcta evolución con un beneficio respetuoso común.

Espíritas y ecologistas cada cual por sus medios buscan las relaciones que sustentan y dan sentido a la vida en nuestro planeta, se expresan comprometidos con los intereses colectivos, respetando al planeta que nos acoge y que nos ofrece las condiciones necesarias para la supervivencia.

El Espiritismo es una ciencia de observación, una doctrina filosófica y moral.

La Ecología es la especialidad científica que se centra en el estudio y análisis del vínculo que surge entre los seres vivos y el entorno que les rodea, analizando la distribución y la cantidad de organismos vivos como resultado de la citada relación.

Los ecologistas procuran preservar el medio ambiente, buscando las formas para mantener su sostenibilidad. Es necesaria una mayor concienciación de la sociedad en este aspecto pues no es suficiente que algunas mentes reivindiquen una responsabilidad ecológica ambientalista mientras otras no cumplen con su cometido. La conservación medio ambiental nos incumbe a todos.

El ser humano al atravesar la frontera del consumo necesario señala el comienzo del abuso, y si algo es abusivo también es injusto. La extralimitación en la utilización de todos los recursos se mueve en la dirección de un riesgo real de colapso, para evitarlo es imperioso el cambio de rumbo de la Humanidad encaminado a una reconversión radical global.

Observamos que una parcela del planeta utiliza más los recursos que otra y esa acción genera un desequilibrio en la igualdad, lo que acarrea una situación de conflicto potencial.

Este desequilibrio muestra al fin y al cabo el egoísmo de los hombres, que no siempre hacen lo que deben. La falta de empatía de los hombres con el medio biofísico crea una deuda moral que tarde o temprano tendrá que saldarse, además esta acción genera una “crisis ecológica”.

El espiritismo abre la horquilla temporal en la dirección del mundo invisible, extendiendo el campo de investigación hacia la comprensión de la realidad del ser inmortal. Facilita que el hombre comprenda su función en la Tierra y se comprometa con su propio cambio ético-moral.

Estamos inmersos en una “crisis evolutiva” de valores, que llama la atención del ser humano para la necesidad de cuidar nuestra relación con el planeta.

Desde hace 150 años las sociedades han experimentado un crecimiento de la población como consecuencia del progreso científico y tecnológico que produce un aumento creciente del consumo de energía. En un principio la cantidad de energía que necesitaba un ser humano para realizar sus funciones vitales era poca, su impacto sobre el ecosistema era semejante a cualquier otro ser vivo. Pero en nuestro tiempo el tecnicismo consume muchas más cantidades de energía externa para realizar las actividades del mundo moderno.

En la sociedad actual donde el consumismo toma cada día más protagonismo, el hombre que alcanzó la cumbre es el que más cosas posee, ha normalizado los excesos y lo superfluo. Este dispendio necesita energía externa sacada del planeta.

La ecología contando sólo con las leyes que rigen a la materia sin el apoyo del espiritismo es impotente para explicar ciertos fenómenos.

Psicosfera:

Si hablamos de polución espiritual en el espiritismo, nos referimos a la contaminación de la psicosfera, que es el campo resultante de la emanación electromagnética generada por los pensamientos de todos los habitantes encarnados y desencarnados que estén vinculados a la Tierra.

Lo que pensamos, lo plasmamos en nuestra psicosfera individual tanto para el bien como para el mal. El pensamiento y el sentimiento de bajo tenor vibratorio generan constricción de las energías del organismo.

La suma de varios patrones vibratorios crea la psicosfera del planeta, entonces la psicoesfera del planeta Tierra dependerá si los pensamientos son de bajo o de alto tenor vibratorio.

La polución mental del hombre materialista emite vibraciones de odio, desamor, venganza, irritabilidad, impaciencia e innúmerables imperfecciones más que impregnan la psicoesfera de la Tierra y contribuyen para el objetivo de los crímenes hediondos que nos hacen sufrir. Recordar que el periespíritu – envoltura semimaterial del espíritu – es construido con los fluidos emanados de cada planeta. Por lo tanto, estamos constituidos por fluidos inferiores, siendo nuestros actos los que depurarán estos fluidos.

La Justicia divina refleja el principio de solidaridad y fraternidad universal, entre los diferentes mundos y sus humanidades, ya que, en muchas ocasiones, grupos de espíritus pueden migrar de un mundo a otro, con el objetivo de ayudar en su adelantamiento moral, científico, filosófico y espiritual.

¿No tenemos pues que estar a la altura de nuestra responsabilidad frente a la Ley de Dios?

“Para que los hombres sean fieles en la Tierra, es preciso que ella esté poblada por espíritus buenos, tanto encarnado como desencarnados que solo quieran el bien. Dado que esos tiempos han llegado, en la actualidad se lleva a cabo una gran emigración de sus habitantes. Quienes hacen el mal por el mal mismo, y que no han sido tocados por el sentimiento del bien, no son dignos de la Tierra trasformada, de modo que serán excluidos de ella, pues si así no fuese volverían a causar perturbación y desconcierto y constituirían un obstáculo para el progreso.”

La nueva generación, capítulo XVIII de La Génesis, los milagros y predicciones según el Espiritismo.

“No se trata pues de una nueva generación corporal, sino de una generación de espíritus. No cabe duda de que Jesús entendía las cosas en ese sentido cuando manifestaba: “En verdad os digo, que esta generación no pasará sin que estos hechos hayan ocurrido.” Por consiguiente, aquellos que esperan ver que la transformación se produzca a través de efectos sobrenaturales y maravillosos, quedarán decepcionados.”

¿Qué se nos recomendó como acción profiláctica para cuidar nuestra psicosfera?

Orar y vigilar, que son actitudes que limpian, depuran y esterilizan el ambiente psíquico.

Orar y vigilar, implica observar la calidad de la vibración, manteniéndola alta. El estudio y práctica del Evangelio es una medida profiláctica, ecológica e higiénica para sanar nuestra psicoesfera.

Espíritas y ecologistas, tienen motivos para defender la misma causa, la conservación de los recursos naturales y la protección de la biodiversidad, ya que todos tenemos el derecho a existir en la Tierra y seguir adelante.

la concienciación de los deberes del hombre inmortal frente a su vida transitoria, permiten que este comprenda que el medio ambiente empieza dentro de nosotros.

 

Ing. LUIS FERNANDO VARGAS LOZANO.
  1. El libro la génesis los milagros y las predicciones según el espiritismo de Allan Kardec, iten 30 Cap. 1,
    Cap III, ítem 20, Cap 14 item 12,
  2. Libro de los Espíritu de Allan Kardec, Libro III, las Leyes Morales.
  3. El evalgelio Según el Espíritismo de Allan Kardec, Cap III,
  4. Libro El problema del ser, del destino y el dolor, León Dennis.
  5. Conferencia de Estocolmo de 1972- Art. Aspectos Técnicos de Contaminación(UNICED).
  6. Cumbre de Rio de Janeiro 1992(ONU)” Solidaridad para salvar el planeta”

 

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